Situaciones extrañas en extraños lugares,
parecen conocidos los mismos rincones
de años ya olvidados...
Despertar del sueño profundo del silencio,
caminar por la misma vereda olvidada.
Dos pasos y a la izquierda,
dos pasos interminables en el callejón de la locura,
dos pasos que ya nada guardan,
dos pasos que solo son una prolongación de espacio.
Despertar y caminar en la interminable rotonda del desvelo...
caminar y recordar en la búsqueda del por qué,
en la búsqueda del seguir para nada,
recordar lo desesperante, la vergüenza,
el no saber cómo expresar y a la vez ocultar.
Merecerá tanta importancia?
Pero son recuerdos,
recuerdos que nunca fueron,
recuerdos de un amanecer onírico
y de un pasado lejano...
Sólo una cómplice mirada,
Sólo una nerviosa sonrisa,
sólo un recuerdo,
un tímido recuerdo de NADA...
Y las situaciones pasan;
pasan y se repiten.
Despertar, caminar, pensar
y seguir siendo un idiota,
un imbécil preso de sentimientos ocultos y olvidados.
Mala hora, mal momento, mal lugar...
Los gatos golpean el techo
y al igual que los recuerdos
son molestos y no acaban.
El sueño llega otra vez,
quiero dormir y no volver a soñar,
despertar sin recuerdos,
parecen conocidos los mismos rincones
de años ya olvidados...
Despertar del sueño profundo del silencio,
caminar por la misma vereda olvidada.
Dos pasos y a la izquierda,
dos pasos interminables en el callejón de la locura,
dos pasos que ya nada guardan,
dos pasos que solo son una prolongación de espacio.
Despertar y caminar en la interminable rotonda del desvelo...
caminar y recordar en la búsqueda del por qué,
en la búsqueda del seguir para nada,
recordar lo desesperante, la vergüenza,
el no saber cómo expresar y a la vez ocultar.
Merecerá tanta importancia?
Pero son recuerdos,
recuerdos que nunca fueron,
recuerdos de un amanecer onírico
y de un pasado lejano...
Sólo una cómplice mirada,
Sólo una nerviosa sonrisa,
sólo un recuerdo,
un tímido recuerdo de NADA...
Y las situaciones pasan;
pasan y se repiten.
Despertar, caminar, pensar
y seguir siendo un idiota,
un imbécil preso de sentimientos ocultos y olvidados.
Mala hora, mal momento, mal lugar...
Los gatos golpean el techo
y al igual que los recuerdos
son molestos y no acaban.
El sueño llega otra vez,
quiero dormir y no volver a soñar,
despertar sin recuerdos,
dormir tranquilo con mi soledad...